El país menos visitado del mundo esconde playas vírgenes y cultura polinesia

Tuvalu, un pequeño archipiélago en el Pacífico, es oficialmente el país menos visitado del planeta. Con solo 3,700 turistas al año, su aislamiento geográfico lo convierte en un destino exclusivo. Ubicado entre Hawái y Australia, este paraíso oculto cuenta con aguas cristalinas, playas de arena blanca y arrecifes de coral espectaculares. La aventura comienza en Fiyi, el único punto de conexión para llegar a este remoto país, donde los vuelos son escasos y requieren varias escalas.

La infraestructura turística de Tuvalu es mínima, lo que puede desanimar a los viajeros que buscan comodidades modernas. Sin embargo, esta falta de infraestructura es, para muchos, parte de su encanto. La ausencia de grandes cadenas hoteleras permite experimentar la belleza natural del lugar de manera auténtica y sin aglomeraciones. Es ideal para los amantes del ecoturismo, el buceo y el snorkel en arrecifes vírgenes.

Además, la cultura polinesia de Tuvalu sigue viva en sus nueve islas. La hospitalidad local se refleja en festivales llenos de música y danza tradicional, ofreciendo a los pocos visitantes una experiencia cultural única y genuina. Visitar Tuvalu es mucho más que unas vacaciones, es un viaje a un rincón del mundo que se mantiene puro, lejos del turismo masivo.