La verdadera historia de Blancanieves

La teoría más probable al respecto señala a una princesa que se quedó parcialmente ciega.

En 1937 la historia de Blancanieves, originalmente publicada en 1812 por los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm, fue llevada a los cines por el fundador de una de las compañías de entretenimiento más exitosas de todos los tiempo, Walt Disney.

La película animada, que narró la historia de una joven atormentada por su madrastra que terminó en la cabaña de siete enanos, fue todo un éxito y llevó a Disney a convertirse en la productora de animación más relevante de la época. En la actualidad no ha cambiado mucho.

Ahora bien, ¿la icónica princesa conocida por su cabello negro como el ébano, sus labios rojos como la sangre y su piel blanca como la nieve existió? De acuerdo con el diario argentino ‘El Clarín’, la teoría más probable al respecto de su identidad la estableció en historiador Karlheinz Bartels.

Residente en la ciudad alemana de Bamberg, en el norte de Baviera, el experto ha investigado desde los años 80 la vida de la baronesa María Sofía Margarita Catalina Von Erthal, que vivió en el castillo de Lohr am Main -100 kilómetros al oeste de la ciudad- en el siglo XVIII.

La historia de la joven habría llegado a oídos de los hermanos Grimm porque vivían a 50 kilómetros del castillo, según dijo Holger Kempkens, director del Museo Diocesano de Bamberg, en entrevista con el medio argentino mencionado.

Sobre la madrastra malvada, se sabe que, tras la muerte de su mujer, el príncipe von Erthal se casó con la condesa imperial de Reichenstein, Claudia Elisabeth Maria von Venningen; pero no hay pruebas fehacientes de que hubiese maltratado a la princesa. Perece ser que fue un rumor que terminó complementando la historia de los hermanos Grimm.

Finalmente, ‘ABC’ atribuye el espejo parlante del cuento a un juguete acústico que se hizo muy popular en el siglo XVIII y los enanos a las minas cercanas al castillo donde residía María Sofía.

“Por razones que se desconocen, María Sophia entró en contacto cotidiano con un grupo de mineros de la región. Dado que las minas de Bieber eran muy estrechas y algunos túneles casi inaccesibles, se requería del trabajo de personas pequeñas o incluso de niños. Estos trabajadores llevaban gorras y capuchas de colores chillones para protegerse de los golpes”, explica en su portal web.

Eso sí, aspectos como el ataúd de cristal y el príncipe azul parecen haber sido decisiones creativas de los hermanos Grimm. De acuerdo con ‘El Clarín’, la baronesa murió soltera a los 71 años en un convento, durante 1796.