Para el Puma la prioridad es “el aquí y ahora”
Escrito por Boriszetta el agosto 3, 2021
José Luis Rodríguez reflexiona sobre las pruebas que ha tenido que enfrentar y la maltrecha relación con sus hijas mayores.
En la actual etapa de vida en la que se encuentra el cantante José Luis Rodríguez “El Puma” su prioridad es vivir “el aquí y ahora”.
Lo dice sin reparos, sin preocuparse por el futuro porque prefiere disfrutar el presente. No hay tiempo para anticipar situaciones, luego de dos grandes lecciones recibidas en los últimos tres años.
La primera sucedió al someterse a un doble trasplante de pulmón en el 2017 a raíz de la fibrosis pulmonar idiopática que padecía desde 2000. La segunda: la pandemia y la pausa obligada de los escenarios.
“Estoy viviendo el aquí y el ahora. La vida se ve a diario. No hay que hacer planes de mucho tiempo, sino programarse cada día. No se piensa en el futuro ni se traen cosas del pasado, sino que se vive en un eterno presente desde que el sol sale y se mete. Es un aquí y ahora”, asegura el artista venezolano.
De ambos procesos (la enfermedad y la pandemia), el artista afirma que aprendió a no tener prisa, a salvaguardar el presente en vías de ser un mejor ser humano. A tener humildad, bondad y evitar los rencores. En esa reflexión de vida se ubica, además, la maltrecha relación con sus hijas Liliana y Lilibeth Rodríguez Morillo, que ha sido objeto de controversias por casi tres décadas.
El cantante y actor confiesa que de su parte no hay rencores y que el reencuentro se dará en el momento que “Dios permita que fluyan las cosas”.
El Puma admite que mientras estuvo convaleciente por el doble trasplante de pulmón nunca pensó en la muerte. Se describe como un hombre de fe que le pidió tiempo a Dios para completar su propósito. Gracias a ese tiempo hoy ha podido reestructurarse y concluir cada uno de sus planes.
“Dios me escuchó y escuchó las oraciones de muchos en otros países y me concedió el milagro para situarme en el para qué. Uno siempre se hace las preguntas de cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué cuando le pasa algo, y estoy en el para qué. Tratar de no pelearme con nadie, en lo posible, aunque es difícil. Ser humilde, amable, cariñoso y bondadoso… cosas que uno va escondiendo con el tiempo porque hay golpes que te marcan, no para siempre, pero dejan huellas fuertes y te ponen a la defensiva. Después de esto que me pasó, aprendí a decir no. Es complicado decirlo, porque a las personas que tú le dices que no se molestan mucho. El sí complace a todo el mundo menos a ti”, reflexiona al artista.
¿Al escucharlo reflexionar debo pensar que la reconciliación con sus hijas mayores está cerca?, pregunta este medio.
“Es que yo no siento que estamos peleados. Son mis hijas. No tengo nada guardado dentro de mí. Dios y el tiempo decidirán eso. Cada vez que ha habido ofensas del otro lado sigo quedándome callado. Estoy tranquilo porque no tengo nada que esconder ni ocultar. Todo fluye cuando Dios permita que fluyan las cosas”, manifiesta el artista, quien no tiene ningún tipo de relación con las hijas que tuvo en su pasado matrimonio con Lila Morillo.
Sobre la pandemia, además, de bromear con que vio “todo Netflix” sostiene que le permitió visibilizar cuán importante es el entorno social y las relaciones de familia, amigos y el público. El dejar de pensar en el individuo para pensar en el colectivo.
Cuba libre
El artista reconoce la fuerza de la juventud cubana para levantarse y querer la libertad de su país fuera del régimen comunista en relación a las manifestaciones que realizaron el pasado mes en Cuba. Esa misma fuerza también la anhela para Venezuela, Nicaragua, Argentina y otros países en América del sur donde dice que “no se trata de izquierda, derecha o el centro, sino de la libertad completa del ser humano”.
“Descansamos en la fe de que Cuba debe ser libre. Hay una juventud pujante que no haya qué hacer y está aburrida de las promesas que nunca llegan. Ya la gente no tiene qué comer, no tienen aire acondicionado, no tiene luz. Es una situación muy precaria y lo que le queda es salir a la calle. Esa relación con los Castros, con Raúl y Fidel ya murió. Han pasado 60 años y la juventud no tiene los sueños que tuvieron ellos. Estudian y no tienen donde trabajar y quién va a vivir en esa sociedad dictatorial, nefasta y donde te controlan en tu misma casa. Esto tiene que acabar”, puntualiza.